¿Cuál de estos dos alanos cree que llegaría antes, en carrera lanzada, hasta su presa? ¿Cuál de los dos aguantaría más tiempo corriendo? ¿Cuál de los dos cree que saltaría más lejos, o más alto? Hablamos de los míticos Txakur y Tigre: excelentes los dos.


En imágenes parece obvio, siendo dos ejemplares míticos, cuya calidad está fuera de toda duda, los diferentes formatos que históricamente ha exhibido el alano, son como las herramientas de un mecánico: casi un infinito abanico de posibilidades para la mejor adecuación a cada necesidad. Cada uno de ellos tenía su razón de ser, porque cada uno de ellos era producto de la selección que mejor encajaba en cada situación. Podríamos hacer una separación básica y delimitar cargados y ligeros, e incluso ponerles nombres: presas y alanos, o ajustando el enfoque, alano de carnicero y alano gentil, pero habremos hecho una división gruesa y difuminada, sin detalles, ni especificaciones. Un perro, técnicamente, puede parametrizarse desde la punta de la trufa hasta el rabo, y cada una de sus partes puede descomponerse a su vez en características y en grados. Si bien es cierto, que la genética suele llevar asociadas unas con otras, todo depende de la selección que cada individuo compila. Dicho de otro modo, hemos de hilar más fino, si pretendemos que una raza presente una homogeneidad a simple vista, para no estar mezclandolo todo. Por ejemplo, podríamos dar con un individuo más cargado, y dolicocéfalo, cuyo craneo y hocico fueran más largos, que el ejemplar braquicéfalo, más ligero o corredor.
El objeto de estas líneas, no es entrar en un detalle técnico para especialistas, sino dar y argumentar mi opinión personal de por qué, por mi experiencia de los últimos 25 años, los alanos que crío se encaminan hacia unas fechuras y no hacia otras.

HISTORIA. Desde el Rey de Castilla Alfonso XI el Justiciero, ya hasta Gastón Phebus en su libro de la Montería, se dibuja con todo lujo de detalles su morfología, y el Duque de Almazán en su Tratado de Montería.
Viajemos a 1644 al Arte de Ballestería y Montería: «El talle del alano ha de ser mucho más cargado que el lebrel, el hocico romo, la frente ancha y levantada, los ojos hundidos y sangrientos, el mirar espantoso, el cuello corto y ancho; son éstos de tan grande fortaleza, que rinden un animal tan valiente y feroz como es un toro , y de tanto mayor cuerpo que él, y a este peso otro cualquier animal ; los dogos tienen estas mismas señales, sino que son más cortos y membrudos, tienen la cola más corta y con más pelo.»
Un concepto de perro cuya forma es la que mejor se presta a cumplir con una funcionalidad, en este caso, en su mayoría, venatoria.
FUNCIONALIDAD. Si la historia nos ponía en el camino desde la caza mayor, siendo el alano el perro que llegaba a su presa más sin pena, en el pasado más reciente, los ganaderos encartados nos enseñaron, con su práctica ancestral, que si las vacas pastan en el escarpado monte, no hay camino que nos acerque, ni cerca en la que meterlas, con un chato chaparrete esperando para apresarlas. En ese caso, hablando de brega, hay que correr, mucho y muy rápido. En el presente, en las llanas dehesas extremeñas o castellanas, tanto si el ganado es bravo como si no lo es, hay que recorrer bastas extensiones. Hablamos de horas de galope y también de un rápido sprint en el que saltar y graparse a una oreja, y después de horas de desgaste, que el aliento no falte, que no se abra la boca y que no flaqueen las fuerzas antes que las del noble astado. El campo tiene sus reglas, y se imponen a los gustos personales.


En deportes modernos, como el canicross, continúan siendo compatibles los valores de nuestro «lebrel de presa». No hablamos de modificar el patrón de crianza tradicional. Seguimos manteniendo un perro de presa pleno de poder, pero lo queremos todo: es rápido y es resistente a una carrera prolongada. El resultado sigue siendo perfecto.
Hablemos de adiestramiento deportivo o policial: un ataque lanzado a 50 metros de estos alanos no es el mismo que el de un malinois. Podemos saltar verticalmente, en longitud y sobre la empalizada. El formato es digno de tener en cuenta. Los molosos quedan fuera de estas pruebas, por sus excesos, no entremos en su psicología, pero este alano sigue haciendo valer sus óptimas cualidades.


MORFOLOGÍA. Finalmente estamos hablando de alanos de 35 a 37 kgrs. Esto no son pesos desdeñables. De 63 a 65 cms. a la cruz. Tamaños generosos en los que caben kilos, sin perder armonía ni movimientos.
La estructura osea de este alano es muy libiana, no hay huesos gordos que son un lastre en pocos minutos de actividad. La cara no es corta, ni hay belfo que es un estorbo en la presa y en la respiración cuando la boca esta llena. El hocico representa un 37%. La mejor mordida es la tijera. El cuerpo es rectangular, más largo que alto: sobre un 10% más. El pecho es ancho y no desciende del codo. La grupa cae después de superar la altura a la cruz. Las angulaciones posteriores son dos ballestas que impulsan al todo hacia adelante, en las angulaciones anteriores se continúan unos aplomos perfectos. El cuerpo no es cilíndrico, la cintura es muy estrecha, marca esa ijada tan típica y característica. Así es nuestro alano, donde todo apunta a su razón tomadora.

Y DE NATURALEZA: TOMADOR.
«El buen alano debe correr tan apriesa como un lebrel… et clavar el diente en aquello que encuentra… más fuerte que tres… son buenos para rastrear… y también guardan la morada del amo y son buenos para la caza del oso y del jabalí… si está bien enseñado lo creo el rey de los perros.» 1.387 Conde de Foix.
«Los alanos, es cierta cosa, que non toman por fambre ni por apremia, salvo por naturaleza derecha que les dió Dios, et ardideza de corazón, sobre todas las animalias.» 1.582 Alfonso XI el Justiciero.
«Si no funciona no vale, así que vamos a verlo, que hablar es gratis.» 1.994 Joaquín Cárdenas. Alanos españoles del Corrican.