1.- El perro cómo tal, siempre ha permanecido junto al hombre y ha satisfecho a su amo en todas las oportunidades que se le han presentado, y el hombre siempre ha encontrado en el perro un medio que le facilitara sus deseos o necesidades: la caza, el tiro de un trineo, el pastoreo, la guarda, la protección y la defensa, nadar o bucear, el salvamento, la búsqueda de objetos, la guía, la mera compañía, o hasta la cooperación en la compleja puesta en órbita de una nave en el espacio, son formas diferentes de encontrar en los perros una prolongación de nosotros mismos. Pero más allá de intereses, antes incluso de que el hombre fuera hombre, los lazos se estrecharon, y desde aquel entonces, y en algunos casos, algunos nos hicimos amigos.
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Kimbo. Encartaciones 1993 |
Fundamentalmente existen 2 tipos de perros, según su criterio de cría:
Razas que se crían atendiendo a parámetros físicos.
Razas cuya cría se orienta en función de su carácter o de sus habilidades para realizar una determinado tarea.
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Camada del corrican 2002 |
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En la época en la que se recogen las primeras referencias que encontramos a cerca del Alano español, (siglo XIII) no existía una clasificación canina tan amplia y específica a la vez como la actual, la morfología iba asociada a la funcionalidad, las utilidades eran básicas, y sobre ellas se establecían las distintas razas o grupos raciales, que eran definidas para, con frecuencia, cruzarse entre ellos a su vez, en busca de mayores especializaciones en unas u otras virtudes.
El hombre moderno ha modificado la norma vital de evolución canina, hacia una pauta de cría estética y expositiva, sujeta a unos parámetros subjetivos y arbitrarios, que se anteponen a las leyes naturales de liderazgo para representar una tarea específica.
Este nuevo criterio de selección, desequilibra las relaciones y crea unas situaciones peligrosas para ambos, del mismo modo que llega a formar algunas razas caninas que de vivir en libertad, serían incapaces ya no solo de sobrevivir, sino tan siquiera de aparearse, parir, o amamantar a sus cachorros sin la ayuda de la mano del hombre. Es de justicia respetar las leyes naturales que han preservado a nuestros alanos, si no queremos que la clasificación canina se resuma en un solo bloque: Grupo ¿ razas de compañía. En lo referente al Alano, será un orgullo dejar este valioso legado a los que continuarán con nuestra pasión después de nosotros, más aún, si lo entregamos con las garantías de una cría basada en unos ejemplares que mantengan vigentes sus virtudes, al menos otros mil años.
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Bermejo de Alanhis x Selva de Ponce de León
2002 |
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